La piel es el órgano más grande del cuerpo y representa el 10% de nuestro peso. La piel se encarga de protegernos de muchos agentes externos, entre ellos:
- Físicos: Por ejemplo, los golpes y la temperatura muy elevada.
- Químicos: Por ejemplo, los ácidos o las sustancias irritantes.
- Biológicos: Por ejemplo, las bacterias.
Todos estos factores representan riesgos tanto en sí mismos, como para agravar alguna otra situación ya presente. Es decir, si nuestra piel ya está herida o irritada, ellos pueden agravar la condición. En el desarrollo de nuestras actividades diarias podemos siempre están presentes estos agentes dañinos, por lo que es importante contar con una piel saludable que nos ofrezca una protección efectiva.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo más frecuente incluyen:
- Sol: El sol reseca y quema la piel. Adicionalmente, puede ayudar a que algunas sustancias químicas sean absorbidas por la piel con mayor facilidad.
- Calor: La reacción natural del cuerpo al calor es el sudor y éste ayuda a disolver sustancias y facilitar su absorción.
- Frío: Reseca y agrieta la piel. Por estas grietas pueden penetrar sustancias nocivas para el organismo.
- Objetos punzantes y cortantes: Las pequeñas cortaduras con frecuencia se subestiman y no se tratan debidamente. Las bacterias pueden hacer que esto se agrave.
Medidas para reducir la exposición a la piel
Como primera medida, es importante reducir la exposición de la piel a los agentes que pueden dañarla. Para esto se recomienda:
- Usar pantalones y camisas de manga larga
- Usar casco con visera
- Usar guantes siempre que se vaya a manipular sustancias irritantes
- Tenga precaución al quitarse ropa o elementos de protección contaminados por microorganismos, productos químicos, entre otros.
- Siempre se debe proteger la piel expuesta. Para esto se recomienda:
- Mantener la piel limpia, especialmente las manos lavándolas periódicamente.
- Usar loción con protección solar alta.
- Evitar el contacto con superficies abrasivas y objetos cortantes.
En caso de lesiones en la piel:
- Si la piel entra en contacto con alguna sustancia irritante, acuda a la ficha de seguridad del producto para su tratamiento inmediato.
- Si la lesión es una cortadura, lávela muy bien con abundante agua y jabón.
- Siempre que sufra una lesión en la piel, por pequeña que esta sea, acuda al servicio de sanidad del lugar de trabajo.
La piel es fundamental para la salud del cuerpo. Cuidémosla y evitemos pensar que las pequeñas lesiones no son importantes.
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